miércoles, agosto 29, 2007

Abrazos Gratis - Guatemala

Abrazos Gratis es un movimiento de carácter internacional que consiste en ofrecer abrazos a desconocidos, con el afán de regalar afecto en las sociedades globalizadas donde reina la desconfianza, los prejuicios y los problemas.

Abrazos Gratis está en muchos países alrededor del mundo. ¿Se animan a ponerlo en práctica en Guatemala? Todos necesitamos un abrazo.

Lugar: Sugerencias bienvenidas
Fecha: 10 de septiembre
Hora: 5pm en adelante
Requisito: dar muchos ABRAZOS GRATIS

Animo, Guatemala somos todos.

lunes, agosto 27, 2007

Si a todos nos importara

Hola, buenos días. Espero que estén empezando su semana con las pilas bien cargadas y como siempre bien POSITIVOS.

Hoy les comparto este video de Nickelback. El título de la canción es "If Everyone Cared" (Si a todos nos importara). Se trata sobre personas que han logrado hacer cambios significativos a favor de la humanidad, la paz y ayuda a muchas personas. Los invito a verlo y empecemos hoy a cambiar para tener una mejor Guatemala.

Un fuerte abrazo.

If Everyone Cared - Nickelback

viernes, agosto 24, 2007

El tonto del pueblo

Que tengan un bonito fin de semana. Espero que les guste el mensaje y lo pongan en práctica. La ambición no es buena, al final podemos salir perdiendo mucho más de lo que nos imaginamos. Y no hay que burlarse de las personas, mejor concentrémonos en nosotros para ser mejores cada día.

Se cuenta que en un pequeño pueblo, un grupo de personas se divertian con el tonto del lugar, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía de hacer pequeños recados y limosnas.

Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 40 reales y otra de menor tamaño, pero de 200 reales.

Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió:

- Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia podría acabar aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias moralejas:

- La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.

- La segunda: ¿Cuáles eran los verdaderos tontos de la historia?

- La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.

Pero la conclusión más interesante es: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.

El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto, delante de un tonto que aparenta ser inteligente.

- autor desconocido -

lunes, agosto 13, 2007

Principio 90/10

Mensaje compartido por José Aparicio (el Chepo)

Gracias Chepo por tu apoyo y sugerencias para Pro+. Un fuerte abrazo.

¿Cuál es este Principio? El 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa, el 90% de la vida está relacionado por la forma en como reaccionas.

¿Qué quiere decir esto? Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede. No podemos evitar que el carro se descomponga, que el avión llegue tarde, lo cual tirará por la borda todo nuestro plan o un automovilista puede obstaculizarnos en el tráfico.

No tenemos control de este 10%. El otro 90% es diferente. Tú determinas el otro 90%. ¿Cómo?...Con tu reacción.

Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes controlar tu reacción. No dejes que la gente se aproveche de ti. Tú puedes controlar como reaccionas.

Usemos un ejemplo:

Estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza de café y chispea tu camisa de trabajo. Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar. Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción.

Tú maldices. Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima. Ella rompe a llorar. Después de regañarla, te volteas a tu esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa. Y sigue una batalla verbal. Tú vociferando subes arriba a cambiarte la camisa. Cuando bajas de regreso, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y estar lista para la escuela. Ella pierde el autobús.

Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo. Tu te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela. Debido a que tú ya estas atrasado, manejas 40 millas por hora en una velocidad máxima de 30 millas por hora.

Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de tráfico por $60.00, llegas a la escuela. Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós. Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el maletín. Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor. Ansías llegar a tu casa.

Cuando llegas a tu casa, encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija. ¿Por qué? Debido a cómo reaccionaste en la mañana.

¿Por qué tuviste un mal día?

A) ¿El café lo causó?
B) ¿Tu hija lo causó?
C) ¿El policía lo causó?
D) ¿Tú lo causaste?

La respuesta es la “D”.

Tú no tenías control sobre lo que pasó con el café. La forma en cómo reaccionaste esos 5 segundos fue lo que causó tu mal día. Te presento lo que debió haber sucedido.

El café te chispea. Tú hija está a punto de llorar. Tú gentilmente le dices: “está bien, cariño, sólo necesitas tener más cuidado la próxima vez. Después de agarrar una camisa nueva y tu maletín, regresas abajo y miras a través de la ventana y ves a tu hija tomando el autobús. Ella voltea y te dice adiós con la mano. ¿Notas la diferencia?

Dos escenarios diferentes. Ambos empezaron igual. Ambos terminaron diferente. ¿Por qué? Tú realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede. El otro 90% se determinó por tu reacción.

Aquí están algunas formas de aplicar el Principio 90/10. Si alguien te dice algo negativo acerca de ti, no lo tomes muy a pecho. Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite. No dejes que los comentarios negativos te afecten. Reacciona apropiadamente y no arruinará tu día. Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, etc.

¿Cómo reaccionar si alguien te interrumpe en el tráfico?, ¿pierdes tu carácter?, ¿golpeas sobre el volante? (a un amigo mío se le desprendió el volante), ¿maldices?, ¿te sube la presión? ¿A quién le preocupa que llegues 10 segundos tarde al trabajo?, ¿por qué dejar que los carros te arruinen el viaje?

Recuerda el Principio 90/10 y no te preocupes de eso. Tú has dicho que perdiste el empleo. ¿Por qué perder el sueño y ponerte enojado? No funcionará. Usa la energía de preocupación y el tiempo para encontrar otro trabajo.

El avión está atrasado. Va a arruinar la programación de tu día. ¿Por qué manifestar frustración con el encargado de la aerolínea? Él no tiene control de lo que está pasando. Usa tu tiempo para estudiar, conocer a otros pasajeros, ¿por qué estresarse? Eso hará que las cosas se pongan peor.

Ahora ya conoces el Principio 90/10. Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados. No perderás nada si lo intentas. El Principio 90/10 es increíble. Muy pocos lo conocen y aplican este principio.

¿El resultado?

Millones de personas están sufriendo de un estrés que no vale la pena, sufrimientos, problemas y dolores de cabeza. Todos debemos entender y aplicar el Principio 90/10.

¡Puede cambiar tu vida!

Autor: Stephen Covey

Y tú, ¿sabes amar?

Yo estoy aprendiendo.

Yo estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aún cuando ellas me defrauden, aún cuando se salgan del ideal que yo tengo de ellas, y aún cuando ellas me hieran con palabras ásperas o acciones irreflexivas.

Es difícil de aceptar a las personas así como ellas son, y no como yo quiero que sean. Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo, porque yo estoy aprendiendo a amar.

Yo estoy aprendiendo a escuchar.

Para escuchar con los ojos, con los oídos, con el alma, y con todos los sentidos, lo que dice el corazón, lo que dicen los hombres caídos, los ojos tristes, y las manos inquietas.

Para escuchar el mensaje que esconden las palabras, para descubrir la angustia guardada, la inseguridad enmascarada, y la soledad encubierta.

Para penetrar en la sonrisa falsa, la felicidad simulada, y la adulación exagerada.

Para descubrir el dolor de cada corazón, para descifrar el porqué de las lágrimas.

Poco a poco, yo estoy aprendiendo a amar.

Yo estoy aprendiendo a perdonar, porque el amor perdona, limpia las heridas, y borra las cicatrices que la incomprensión e inseguridad grabaron en mi corazón herido.

El amor alivia la herida que dejaron los pensamientos dolorosos, y no cultiva las ofensas con piedades y autocompasión.

El amor perdona, da alivio, y extingue todo el dolor en el corazón.

Yo, paso a paso, estoy aprendiendo a perdonar y a amar.

Yo estoy aprendiendo a descubrir el valor dentro de cada vida.

Estoy aprendiendo que el afecto y la aceptación, son necesarias para soportar las experiencias duras vividas a lo largo de los años.

Yo estoy aprendiendo a ver el alma de las personas, y las posibilidades que Dios les dió.

Yo estoy aprendiendo, aunque tropezando, yo estoy aprendiendo.

Estoy aprendiendo a poner de lado mis propios dolores, mis intereses, mi ambición y mi orgullo, cuando éstos impiden el bienestar y la felicidad de alguien.

Pero, ¡cómo es de lento aprender!, y ¡cómo es de difícil amar! Aún así, yo estoy aprendiendo a amar.

Mensaje compartido por Pochi, una amiga.

Mis propios asuntos

Mensaje compartido por Jorge M. Gálvez.

Sólo puedo encontrar tres tipos de asuntos en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios. (Para mí, la palabra Dios significa «realidad». La realidad es Dios, porque gobierna. Todo lo que escapa a mi control, al tuyo y al de cualquier otra persona es lo que yo denomino «los asuntos de Dios».)

Buena parte de nuestras tensiones proviene de vivir mentalmente fuera de nuestros asuntos. Cuando pienso: «Necesitas encontrar un trabajo, quiero que seas feliz, deberías ser puntual, necesitas cuidar mejor de ti mismo», me estoy inmiscuyendo en tus asuntos. Cuando me preocupo por los terremotos, las inundaciones, la guerra o la fecha de mi muerte, me estoy inmiscuyendo en los asuntos de Dios. Si mentalmente estoy metida en tus asuntos o en los de Dios, el efecto es la separación. Fui consciente de esto hace tiempo, en 1986. Cuando, por ejemplo me inmiscuía mentalmente en los asuntos de mi madre con pensamientos del tipo: «Mi madre debería comprenderme» , experimentaba de inmediato un sentimiento de soledad. Y comprendí que siempre que me he sentido herida o sola, he estado inmiscuida en los asuntos de otra persona.

Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, ¿quién está aquí viviendo la mía? Los dos estamos ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en los míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona. Pensar que yo sé lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos. Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo. ¿Sé lo que es adecuado para mí? Ese es mi único asunto. Permíteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti.

Si comprendes los tres tipos de asuntos lo bastante para ocuparte de los tuyos propios, este conocimiento puede liberar tu vida de una manera que ni siquiera eres capaz de imaginar. La próxima vez que sientas tensión o incomodidad, pregúntate de quién son los asuntos en los que te ocupas mentalmente, ¡y quizás estalles en carcajadas! Esa pregunta puede devolverte a ti mismo. Tal vez llegues a descubrir que, en realidad, nunca has estado presente y que te has pasado toda la vida viviendo mentalmente en los asuntos de otras personas. Y si practicas durante un tiempo, quizá descubras que en realidad no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente por sí misma.

Katye Biron - Amar lo que Es

miércoles, agosto 08, 2007

¿Cómo es un líder?

Compartido por Nathalie Szejner

El liderazgo es como la belleza, muy difícil de definir pero fácilmente de identificar cuando se ve. Un líder se vuelca a los demás, le interesan las personas o las soluciones a las situaciones concretas en que se encuentran.

El líder es el que se hace cargo de las cosas. Le sobra el valor y le falta el temor al ridículo. Ve la realidad pensando en cómo poder transformarla, sin manipularla, sabe ver y optimizar lo que tienen enfrente. Necesita expresar sus ideas libre y totalmente. Tomar cada situación como una fuente enorme de aprendizaje. No le interesa probarse nada a sí mismo, sino que tiene enorme interés de expresar lo que lleva dentro.

No son líderes porque se empeñen en imponer sus ideas, sino porque dejan que los otros expongan las suyas. Además, son capaces de aprender siempre, de admirarse de lo cotidiano, de lo acostumbrado y de la vida misma.

El lider promueve la armonía y se mantiene en una línea de la apertura, al mismo tiempo que brinda apoyo a los demás. En una cultura donde se nos impone cada vez más el líder negativo, es necesario reconsiderar que el líder debe volver a ser la persona íntegra, bien sentada en unos valores y que, al mismo tiempo, incite a los otros a reconocer que el ser humano sigue siendo el de siempre, con enormes necesidades de bien y de armonía a su alrededor.

Por Silvia Herrera Ubico

lunes, agosto 06, 2007

Abrazos gratis

Todos necesitamos un abrazo. ¿Alguien quiere uno?



Les propongo crear el Día del Abrazo Gratis. Necesitamos dar felicidad y contagiar a las personas que nos rodean con vibras positivas, ¿que les parece?

Para todos, un fuerte abrazo. Animo!!!

Meme.

jueves, agosto 02, 2007

¿Qué es primero?

¿Qué es primero, el bien común o mi interés personal?
Esta pregunta se la deberíamos de hacer a muchos guatemaltecos.
Como por ejemplo a:
- Políticos en General
- Aspirantes a cargos públicos
- Jueces
- Policías
- Abogados
- Administradores
- Contadores
- Doctores
- Ingenieros
- A todos los guatemaltecos.

Es frustrante que a veces nuestra sociedad vive momentos en los cuáles cada quien vela por su propio interés y muy pocos velan por el prójimo y su bienestar. Pero, ¿es importante el bienestar de los demás?¿Será que esto está en mi área de atención?

Solamente con hacernos preguntas tan sencillas como; si conozco a mis vecinos, ¿en que puedo apoyarlos?¿Podemos organizarnos y velar por el bien de todos?¿Solucionar los problemas que a todos nos interesan?¿Qué tal en mi empresa, soy una persona con que a la gente le gusta estar?¿Cómo me comporto con las personas que están a mi alrededor todos los días?

Creo que al final del día podemos darnos cuenta, por que los guatemaltecos no nos logramos poner de acuerdo para lograr nuestras metas, a largo plazo, como país.
Hace poco viaje a una ciudad latina muy cosmopolita en América del Norte y mi anfitrión quería llevarme a comer a un restaurante famoso. Al no encontrar la dirección para llegar, se acercó al joven que nos cuido el carro y le preguntó por el restaurante. Este, muy amablemente, le dijo por donde nos podíamos ir y además le recomendó que plato elegir. Esta misma escena se repitió varias veces con otros citadinos del lugar que visitamos. La gente amigable y muy abierta a compartir una sonrisa y colaborar con su conciudadano perdido a quien yo acompañaba. Me quede pensando, ¿qué pasaría si pregunto algo similar en mi ciudad?

Estimados amigos, creo que debemos dejar los temores que nos impiden darle una sonrisa a los demás. A veces creemos que el bien común significa que tengo que invertir para que otros disfruten, pero no es así. El bien común empieza con mi actitud y con el simple acto de compartir una sonrisa, en lugar de una mirada de desconfianza y mal intencionada. Empiece hoy en su trabajo y hogar. Llame a ese amigo olvidado y pregúntele, ¿cómo estas? Tómese el tiempo necesario para con su actitud procurar el bien común. Si no podemos nosotros empezar a dar el ejemplo, imagínese a los candidatos, profesionales, empleados, familia o amigos. ¿Lo podrán hacer? Estoy seguro que si intentamos nosotros dar el primer paso, contagiamos la actitud. Recordemos que la actitud es como un virus, sea buena o mala, se contagia. ¿Con cuál actitud quiere contagiar a los demás?

José R. Barrientos